jueves, 17 de septiembre de 2009

COLUMNA SEMANAL

TEMAS DE ANALISIS

El Síndrome Del Cuidador.

(Por Santiago Villarreal Cuellar)

 

María es una señora de sesenta y cinco años, cuyos hijos ya son independientes y ella vive con su nieta de diez años de edad. Pero María no sale de la casa porque dice que tiene el deber de cuidar a su nieta, y no permite que la madre de la niña, es decir su hija, se la lleve a su hogar, argumentando que el día que eso suceda ella, María, morirá de angustia.

Don Pedro es un campesino que posee una pequeña parcela en el campo, dedicada a la producción de café. Pedro argumenta que no puede salir de la finca porque pierde mucho tiempo. Incluso manda a su esposa a hacer las compras necesarias a la ciudad para él no perder tiempo y labora desde las cinco de la mañana, hasta pasadas las seis de la tarde, incluyendo los sábados y el domingo lo destina a oficios varios en su finca.

Sofía es una señora viuda, que sobrepasa los cincuenta años y al igual que los anteriores no sale de su casa porque "tiene" que cuidar tres perros, un gato, varios pájaros que tiene prisioneros en sus jaulas y constantemente los adula, habla con ellos y hasta entra en controversias con dichos animales.

Cualquier persona que se le pregunte, cómo definiría a las tres anteriores, nos podrán decir que poseen un excelente sentido de la responsabilidad. Pero no es así. María, Pedro y Sofía, son el ejemplo de un gran porcentaje de seres humanos que sufren de una enfermedad psicosomática, una manía o compulsión, dependencia o como lo definen mejor muchos sicólogos y psiquiatras europeos como, el síndrome del cuidador.

Quienes padecen este síndrome son personas que se dedican a cuidar excesivamente a sus hijos, nietos, a la mamá, al papá o a cuidar y sobreproteger, animales, casas, plantas ornamentales u otros elementos, abandonando su vida, a veces descuidando su propio cuerpo, perdiendo casi por completo su propia dignidad humana en menoscabo de su autoestima y su bienestar personal.

Dicen no tener tiempo suficiente para ir a un paseo, comer tranquilas, irse de vacaciones, divertirse, salir de compras, es decir abandonar esa rutina y encontrarse consigo mismas.

Estas personas se vuelven compulsivas a servir a otras personas o simplemente a cuidar cosas, bienes muebles e inmuebles, animales, plantas y en su interior tienen la creencia que el día que dejen de "cuidar," quizá pueda perderse todo eso que se dedican a proteger. Tienen la creencia que nadie más en este planeta puede cuidar mejor que ellos.

Un caso típico, en mi concepto, del síndrome del cuidador, lo representa el famoso empresario coreano Kim Woo-Choong, fundador de la compañía DAEWO, quien en su libro autobiográfico "El Mundo es Tuyo, Pero Tienes que Ganártelo," afirma que el "desearía que el día tenga más de veinticuatro horas para trabajar mas tiempo." Dice también en su libro, que él nunca ha salido de vacaciones, y pide perdón a su esposa y sus hijos porque no les ha dedicado tiempo. Termina diciendo que su mayor diversión en la vida lo constituye el trabajo.

Estas personas terminan siempre convencidas que nadie desempeña mejor su trabajo que ellas, se consideran irremplazables y piensan que sin ellos las cosas, elementos o personas a su cuidado perecerán si dejan ellos de cuidarlos.

Encontramos estos fenómenos igualmente en la política, y se trata de aquellos líderes que llegan a creerse irremplazables. América Latina es un buen ejemplo de ellos, quienes a través de la historia se han perpetuado en el poder de sus respectivos países, y aun hoy lo estamos viviendo.

El ser humano normal, (si es que existe alguien en este planeta), es aquella persona, que sin dejar de tener metas en su vida, logra mesclar trabajo con descanso. Permite que otros lo releven en sus funciones. Poseen aficiones, pero no se fanatizan con las mismas, ni desfallecen cuando pierden en sus metas. Tienen pleno conocimiento que las leyes de la naturaleza de este lugar donde estamos ubicados en el inmenso universo, posee unas leyes físicas y materiales, donde todo es dinámico, evoluciona, madura y finalmente se acaba.

Finalmente analice su manera de actuar en su vida, y si descubres que se asimila, o quizá perteneces a este grupo de enfermos de, el síndrome del cuidador, le aconsejo acudir a una consulta con un profesional en sicología clínica, un terapeuta de comportamiento, o en el mejor de los casos con un psiquiatra. Recuerde que toda enfermedad psicosomática causa adicción y perjudica el bienestar mental y físico de los seres humanos.

Pitalito, septiembre 17 de 2009.

santi66@hotmail.es                  



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