lunes, 12 de octubre de 2009

COLUMNA SEMANAL

TEMAS DE ANALISIS

 

Gripa AH1N1, ¿Pandemia o Sensacionalismo?

 

(Por Santiago Villarreal Cuellar)

Las primeras victimas fueron los nobles cerdos de una hacienda ubicada en una población del Estado de Veracruz en México, quienes contrajeron el virus de esta gripa, contagiados por los humanos y no precisamente lo contrario, como se inventó al principio. De inmediato los medios de comunicación sensacionalistas al servicio de las multinacionales, fueron creando una red de mentiras temerarias, por no decir terroristas, sobre las consecuencias de este nuevo virus, del que aun la comunidad científica no posee plenos conocimientos.

Fue inmenso el daño, psicológico, social y económico que se causó, especialmente al país azteca, sobre las supuestas consecuencias que traería esta "terrible enfermedad."Incluso se llegó a discriminar a los ciudadanos mexicanos que por las primeras semanas pisaban otras naciones, (específicamente en China) donde algunas personas fueron encerradas en un hotel, violando sus más elementales derechos humanos. La carne de cochino fue satanizada y declarada peligrosa para su consumo en las primeras semanas del descubrimiento del mencionado virus. Y todo por ese sensacionalismo irresponsable de una prensa internacional que no mide consecuencias, no investiga, y no espera a que sea la comunidad científica la que dictamine las causas y riesgos sobre materias tan delicadas como la salubridad pública.

Ahora bien, causa sospechas la posición adoptada por la Organización Mundial de la Salud, cuando obedeciendo más a la presión de esa misma prensa sensacionalista, que a las investigaciones medicas,  declaró que la gripa AH1N1 se constituye en una pandemia mundial. Cambió de un momento a otro el concepto de las pandemias, solo por una campaña sensacionalista, orquestada por la prensa y manipulada por dos o tres multinacionales farmacéuticas.

En la actualidad nuestro planeta posee aproximadamente seis mil millones y medio de habitantes. Luego, para que una enfermedad sea declarada como pandemia mundial, debe por lo menos sobrepasar más de un millón de muertes por año, causadas por la enfermedad que se pretende declarar como tal. Y si no que me lo desmienta el Doctor Mario Barrera, lector de esta columna y eminente autoridad medica. La gripa AH1N1, lleva en cinco meses desde su descubrimiento, cuatro mil muertes demostradas como causadas por dicho virus, lo que indica que en un año ni siquiera sobrepasaría las diez mil victimas. Mientras que la gripa clásica mata más de cuarenta mil personas anualmente, según cifras de la misma Organización Mundial de la Salud, y esta no ha sido declarada como pandemia, ni se han inventado vacunas a pesar de acompañarnos por siglos. Verdad es que a los laboratorios y las multinacionales farmacéuticas no les debe interesar que existan vacunas para prevenir la gripa clásica, pues dejarían de percibir millones y millones de dólares cada año por la venta de medicamentos antigripales, que no sirven para nada.

Causa curiosidad el hecho que un laboratorio chino, hiciera tan rápido el descubrimiento de la vacuna contra el AH1N1, cuando para otras enfermedades se llevan décadas sin arrojar resultados positivos. Quizá por que no son pandemias y por lo tanto no se venderían en forma masiva, a los respectivos gobiernos dichas vacunas, lucrando rápidamente a los dueños de tan milagrosos laboratorios.

La multinacional norteamericana Vaster, también acaba de descubrir otra vacuna para el virus AH1N1, con tan mala suerte que una niña murió en Inglaterra cuando le aplicaron la vacuna y otra presentó síntomas de intoxicación, en la fase de experimentación en ellas.     

Finalmente, según los resultados clínicos arrojados hasta la fecha, se ha descubierto que un gran porcentaje de los muertos ocasionados como consecuencia del virus AH1N1, sufrían de otras dolencias como, diabetes, anemias, sida, y otras enfermedades que bajan ostensiblemente las defensas del organismo humano, lo que hace más propenso para que cualquier enfermedad viral le pueda ocasionar la muerte.

Lo cierto es que unas pocas multinacionales farmacéuticas serán las que le sacarán jugosas ganancias a la propagación del virus, gracias a la propaganda de las multinacionales de la información que continúan aterrorizando a las autoridades de la salud en todo el mundo, para presionar la compra de la vacuna.

 

 

 

   

 



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