lunes, 6 de diciembre de 2010

¡Buenas Noticias!




Cecilia Vargas


Cerámicas


Homenaje a la chiva 35 años


Animales y bahareques




La Galería Pérez Rojas ubicada en la plaza principal de Villa de Leiva, expone la obra artística de Cecilia Vargas, desde el sábado 18 de diciembre de 2010 al domingo 16 de enero del 2011. Luego, los fines de semana hasta el 20 de febrero de 2011.


La obra es producto de muchos años de investigación sobre la cultura precolombina del sur del Huila. Las indagaciones y su búsqueda de identidad le han pemitido reconocer el pasado aborigen y plasmarlo en sus trabajos creativos.


Como Cecilia Vrgas hace parte de la Tertulia literaria "La Embarrada", el grupo celebra esta nueva oportunidad que tiene para que su obra sea admirada, porque ésta es: "verdadero ejemplo de la artesanía que transciende para convertirse en arte.




Poema a la muerte de un cinco de diciembre.

Muy lejos de aquí un dios construyó un océano

Fundió con sus dedos la plata y las lagrimas saladas.
Extrajo de las aves gotas de hiel incandescente.
La amargura emergió de las grietas de la tierra
Y un río de tristeza sepultó las nubes grises
Trasformándolas en copos de silencio.

Aquel océano de mercurio emergió en búsqueda
De bosques solares. Guió las sombras y el hedor
De los cóndores de luto. El sol se envenenó con
Un Aqueronte de escombros humanos. Nadie supo jamás
Hacia donde se dirigían aquellos hijos de la tierra.
Tan solo recordamos, con amargura, que sus tumbas
Fueron cavadas en la tierra de los recuerdos ensangrentados.

Hasta los árboles tiemblan cuando su padre muere.
Gritan y reclaman por el dios sol
Padre del bosque y del océano
Dueño del helor y la clorofila
Mientras bajo sus pies la tierra se disfraza de ventisca.
Mientras su lenta agonía se trasforma en el punzante
Grito de una estampida de rocas asustadas.

¿Donde refugiarnos de un océano de lágrimas abismales?
¿Quien podrá callar los gritos del tornado y la tormenta?
¿Quien alimentará a los huérfanos solares?
¿Encontrarán paz los hijos de la tierra en el útero
De su triste y acongojada madre?

¿Qué será de nosotros? Susurran los árboles
Y los hombres agonizantes
Mientras respiran la muerte
Entre la oscuridad de los escombros.

El Desheredado

viernes, 3 de diciembre de 2010

cuento


El Asir Inca II

En el sueño vio al hombre-dios shakal, señalando la tumba de su padre.

El hombre-dios shakal sostenía una flor blanca entre sus dedos, que fue desarmaba con el viento.  Ella, maravillada por la pureza de aquella flor, corrió tras el viento, buscando los pétalos perdidos. Pero cuando por fin tuvo todos los pétalos entre sus manos, el sueño cambió su tonalidad inocente.  De la nada ocurría un milagro. Ella entonces se arrojaba al suelo, maravillada y atemorizada.

De la flor emergía un hombre fragmentado, que iluminaba todo a su alrededor.

Era su esposo. Tupac Amaru II

Había regresado a la vida. Y al haber regresado del mundo de los ancestros, por derecho  propio, era inmortal. Liberado de la muerte liberaría al imperio inca. Retomaría el trono y expulsaría a los españoles.

 Y ella regiría a su lado. Las lágrimas inundaban sus ojos. Todos los indígenas del Perú recuperarían la libertad, la tranquilidad. Sin embargo, la felicidad duraba poco. Apenas y trataba de tocarlo, estirando sus dedos hasta sus manos o su rostro, este se desquebrajaba, como un cristal roto, pegado con negligencia.

 Solo entonces despertaba. Gritando. Asustada. Veía la mitad de su cama vacía y buscaba a sus hijos, los estrechaba contra su pecho, y lloraba en secreto.

Por eso no se sorprendió cuando los españoles llegaron a arrestarla. Imaginaba que aquel sueño era una premonición. Y que aquel hombre shakal era un dios, cuyo nombre jamás había escuchado.

 En el calabozo supo que su esposo había muerto, y que lo habían despedazado como símbolo de poder. Cada uno de sus trozos había sido enviado a cada una de las provincias. Era el modo en el que ellos creían frenar la rebelión. La imagen de su esposo despedazado la desesperó. Durmió atemorizada, pero sin lagrimas. Reconocía su difuminada misión, comprendía que delante sí estaba una labor titánica y sagrada. Su esposo volvería a la vida. De nuevo soñó con el dios shakal, que le entregaba una rosa con hilo y una larga  aguja de cristal. Al despertar los objetos estaban aún en sus manos. Los escondió entre su ropa cuando entraron a su celda los soldados españoles.

Para ellos había llegado su momento. La fusilarían. En secreto ella esperaba un milagro. Los fusiles fueron cargados, que le coqueteaban  de mala gana, en busca de una última diversión con la esposa del mayor rebelde del reino. La mañana era fría y soleada. Ella esperaba que aquella no fuese su ultima mañana. Extenuada, y con algo de esperanza aún entre sus dedos, decidió aceptar la muerte con dignidad. No aceptó negociaciones. Le fue concedida una muerte rápida, una muerte de soldado.

Cerró los ojos y pensó en las águilas, en los altos de los andes, en el canto del viento y de las montañas y el susurro de las quenas.

Escuchó unos disparos. No fueron los suyos. La rescataban. Frente a ella sus verdugos caían, heridos de muerte, con el rostro manchado por la sorpresa.

Algunos indígenas rebeldes trataban de tomarse el fuerte español, y de paso, vengar la muerte de su líder.  Ella huyó sola, robando un caballo, y recorrió todo el  Reino del Perú  en busca de los retazos de su esposo. Galopó por las verdes praderas y los desiertos, alimentándose apenas, y protegiendo sus armas divinas; la aguja de cristal en el cuello y el hilo entre la ropa. Recogió todas las partes del cuerpo de su esposo excepto una. Antes, en algún poblado polvoriento, supo que su hijo había sido capturado y decapitado.

Fue mas intenso su instinto maternal. Desenterró el cuerpo de su hijo. Sobre ella caia una intensa tormenta eléctrica. Su pelo estaba empapado. El cuerpo de su hijo ya entraba en la descomposición. Usó el hilo y la aguja unir de nuevo la cabeza al cuello  del niño. Terminado su trabajo, la tormenta desapareció.  Vio entonces como regresaba a la vida entre sus manos, como, lentamente, se regeneraban sus carnes, y la observaba, saludable y aterrado, se agarraba a su cuerpo, a su pecho, y con lagrimas en los ojos, le pedía que no lo abandonase, hasta quedarse dormido. Enternecida, lo dejó en manos de los incrédulos y aterrados indigerías rebeldes. Confirmada la eficacia de su arma sagrada, no evitaría su ultima misión.  Siguió buscando el trozo de su esposo que aún faltaba para completar el cuerpo. Tardó varias noches y no desistió pese a su debilidad. No era un trozo óseo. Era su falo. Imaginó entonces que no seria posible recuperarlo y que algún animal lo había devorado.


Micaela apenas y podía mantenerse en pie. Su rostro había diluido su belleza en el agotamiento. Había enflaquecido. Con todos los pedazos de su marido, recogidos en cada una de las provincias del antiguo imperio inca,  empezó su labor. En la más alta montaña reconstruyó el cuerpo. Armado, solo hacia falta cocerlo.. Pero recordó demasiado tarde que había gastado el hilo, que lo había utilizado salvando a su hijo.  Imaginó el reproche del hombre-dios shakal, pero supo, sobrentendió, que su esposo habría hecho lo mismo. Sin embargo tuvo una idea. Descoció su vestido, sacando de él un enorme hilo blanco. Solo entonces reconoció el símbolo del sueño.

Pero ya era demasiado tarde. Ella no podía frenar el destino.

Cuando el cuerpo fue reconstruido Tupac Amaru II se irguió frente a ella, poderoso, rodeado de truenos y de tempestad.  Desnudo, castrado, convertido en un dios, era ahora el padre del inframundo. Sin embargo era frágil. Él lo sentía, y así lo comprendía  Observó a su esposa. La observó con amor, con  una última mirada, llena de ternura.

—Discúlpame—dijo Micaela a sus pies, con los ojos cargados de lágrimas.

—Hiciste lo correcto— respondía él, con una sonrisa, mientras su cuerpo volvía a desquebrajarse.

El cielo se hizo un relámpago. Ella gritó de tristeza, pero sin culpa. Sabía que si hubiese sucedido otra vez, y hubiese tenido otra vez que elegir, haría lo mismo. Era más intenso su amor de madre que su amor por su pueblo, y por su esposo.

El hombre-dios shakal apareció de nuevo. Apenada, le entregó la aguja de cristal. Él, inexpresivo, tocó su pecho con la aguja. Entonces ella despertó. Estaba de nuevo en el campo de fusilamiento. Los soldados españoles estaban frente a ella, aun vivos, y habían disparado. Observándose a si misma, Micaela vio  manchones rojos que emergían de su cuerpo, de su vestido. Notó que en el centro de uno de ellos, estaba la aguja de Cristal.

Sonrió.  Pronto se reuniría con su esposo. Podría decirle con orgullo que hijo estaba con vida y a salvo.  Era lo único que importaba.




jueves, 2 de diciembre de 2010

La Strada para ver cine en "La Embarrada"

El próximo sábado 4 de diciembre se proyecta, en el cine de"La Embarrada" la pelicula de Federico Fellini "La Strada". Participan los actores Giulietta Masina y Anthony Quinn. Esta cinta cinematográfica se filmó en 1954, en italia. Tiene una duración de 103 minutos y pertenece al género de drama.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

¡Buenas Noticias!


Cecilia Vargas

Cerámicas

Homenaje a la chiva 35 años

animales y bahareques


La Galería Pérez Rojas ubicada en la plaza principal de Villa de Leiva, expone la obra artística de Cecilia Vargas del sábado 18 de diciembre de 2010 al domingo 16 de enero de 2011 y, luego, los fines de semana hasta el 20 de febrero de 2011. La obra es producto de muchos años de investigación sobre la cultura precolombina del sur del Huila. Las indagaciones y su búsqueda de identidad le han permitido reconocer el pasado aborigen.

Como Cecilia Vargas hace parte de la Tertulia Literaria "La Embarrada", el grupo celebra esta nueva oportunidad que tiene para que su obra sea admirada :"verdadero ejemplo de la artesanía que trasciende para convertirse en arte".


miércoles, 10 de noviembre de 2010

CHOCOLATE EN "LA EMBARRADA"

El sábado 13 de noviembre, a las 2:30 p.m. en la Tertulia Literaria "La Embarrada" se proyectará la película "Chocolate", dirigida por Lasse Hallstron. Los principales actores son Juliette Binoche, Judi Dench y Johnny Depp. Esta cinta cinematografica fue filmada en el año 2000.

En la película, el chocolate, se convierte en un producto que ayuda a transformar la vida de las personas. Las vuelve alegres, y dispuestas disfrutar. "El chocolate hace renacer la vida, es el disfrute total de los sentidos".
Los invitamos a que participen, conversemos sobre el cine, disfrutemos de las palomitas de maíz y pasemos una tarde muy productiva.

sábado, 6 de noviembre de 2010

ESTACIONES DE UN SUEÑO

El profesor, escritor e integrante de la Tertulia Literaria "La Embarrada" Leonel Ramírez Cerquera realizará un acto de presentación de su nuevo libro de poesía "Estaciones de un sueño", el 12 de noviembre de 2010 en Royal Plazas.

Varios de sus poemas están inspirados en el viaje que realizó por Perú, Chile y Argentina.

En su libro expresa la sensibilidad que lo llevó a trazar un mapa espiritual de América Latina desde el Valle de laboyos y Guacacallo, desconocidos nombres que aparecen iluminadores y altivos en su poema "Despertar". desde él nos indica que el sueño de una América libre, unida y fraternal, es nuestro futuro

.







AL CINE CON LA EMBARRADA

El poeta, ensayista y analista cinematográfico OMAR ARDILA, participó en la tertulia de hoy 6 de noviembre de 2010. Nos compartió sus conocimientos sobre el cine y su importancia, tuvimos la oportunidad de aprender mucho sobre el septimo arte.

Fue una tertulia amena y concurrida con la participación de 18 personas de todas las edades, no faltó el café y los ricos bizcochos. Como siempre los anfitr
iones Edith y Hernán nos hicieron sentir como en casa..

.
Observen las evidencias.








jueves, 4 de noviembre de 2010

TEMAS DE ANALISIS

La marihuana reclama su espacio
(Por Santiago Villarreal Cuellar)

El referendo celebrado el pasado dos de noviembre en el Estado de California Estados Unidos, en el cual un 45% de los votantes dijo sí, a la legalización de la marihuana en ese Estado, es apenas el principio de lo que seguirá a futuro. Y aunque en este primer intento no se logró el objetivo, la población de ese importante Estado de la costa Oeste de norteamérica, se polarizó frente a la propuesta. Solo un 56% negó legalizar el consumo de esta hierba alucinógena.

Pero no se nos olvide que en ese mismo Estado de California, ya existen tres condados que legalizaron el uso de la planta con fines "medicinales," cuya sombrilla jurídica permite que se utilice de la forma como bien lo estime conveniente el usuario de la hierba.

No me cabe la menor duda, que en las próximas elecciones del año 2012, presentarán de nuevo la iniciativa en ese Estado y seguramente triunfará el sí. El ejemplo lo imitaran muchos otros de los cincuenta estados (sino todos), de la unión americana.

Recordemos que en la década de los años veinte y treinta del siglo pasado, el alcohol destilado era prohibido en todos los Estados Unidos, lo que desató una guerra interna por parte de la mafias que controlaban el jugoso negocio. Finalmente los legisladores de ese país, comprendieron que legalizar esas bebidas, era más rentable para el erario público, que mantener la prohibición.

El multinacional negocio de los narcóticos (marihuana, cocaína, heroína, éxtasis, para nombrar solo algunas), mueve anualmente en el mundo, la nada despreciable suma de novecientos mil millones de dólares. Las cifras son de las Naciones Unidas. Ahora, lo que gastan los diferentes gobiernos en el planeta, tratando de combatir ese delito, mengua los presupuestos que deberían destinarse para otros rubros mucho más prioritarios y su éxito hasta ahora es mediocre, por no decir que nulo. Y como no se diseñan políticas sanitarias para reducir su consumo, esta será una guerra de nunca acabar. Porque mientras el ser humano exista sobre la tierra, siempre tendrá necesidades emocionales, compulsiones, ansiedades, angustias, adicciones y otras patologías sicológicas que lo obligaran a buscar sustancias naturales o sintéticas para amortiguar esas dolencias. Total, que luchar contra el uso de las drogas que causan farmacodependencia, es algo así como querer apagar el sol con babas.

En reciente publicación, una revista médica de Gran Bretaña, demuestra que el uso del alcohol es el causante del mayor índice de mortalidad entre los farmacodependientes. Desplazó al tabaco que se encontraba a la cabeza y ahora ocupa un segundo lugar. La cocaína ocupa el quinto lugar después de la heroína. La marihuana ni siquiera se menciona en ese estudio y no existe un diagnóstico que demuestre que los adictos a esa sustancia sufran mayores trastornos, y menos que les cause la muerte. Conste que no defiendo el uso de la marihuana, ni de ninguna droga que cause adicción, porque cualquier adicto al consumo de estas sustancias es un enfermo. Entonces, el deber de las autoridades de cualquier Estado, es implementar planes integrales de salubridad pública para prevenir y tratar estos enfermos.

Finalmente diremos, que en menos de veinte años, las drogas farmacodependientes que hoy son tiificadas como delictivas, serán legalizadas por la mayoría de los países del mundo y la lucha se centrará en otras sustancias, que para la época serán consideradas "peligrosas."

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Deadhouse.




Esta es mi nueva casa—te aclaré—aquí podrás encontrarme cuando me necesites.

Aunque sé que eso no sucede muy a menudo. Solo deseaba mostrártela. Tenias que ver  por ti misma esta fachada antigua, clásica, pintada de un rosado similar al de tu habitación, con las paredes débiles y manchadas, tan repletas de historia que parecen a punto de colapsar. Allí, frente al transeúnte, esa ventana a la calle, donde momentáneamente distraigo mi aburrimiento. Siempre hay un abismo infinito hasta la acera, los días lluviosos, y aun explícitamente, los días en los que sobre mis hombros pesan montones de fotocopias. Aquí las noches son obsesivamente silenciosas. Este es mi nuevo hogar. Reconozco que aunque la primera vez que lo visité tuve una impresión desagradable, hoy me siento mucho mas tranquilo. Estaba tan ansioso de encontrar un lugar estable, tan ansioso de salir de mi infierno anterior, que tomé la primera opción; fue algo parecido a lo que hiciste tú cuando te enredaste conmigo. Angustia convertida en acción, nada más. Me comprometí a hacerle aseo una vez al mes, y hoy era mi día. Sabes perfectamente que lo que salva a estas casas antiguas de la destrucción es el mantenimiento, así que el aseo es algo fundamental, cuidadoso, estructurado. Las manchas abundan, sobre todo en los rincones. Algunos trozos de pared merecen algo de pintura. Mi casera es una señora bastante particular; ya la conocerás. Es una vieja solterona, nada fea, que me puso como condición no traer mi novia aquí. Cualquier sexualidad esta prohibida en la casa. Hasta ella misma, cuando camina por el patio, tiene la mirada baja, para no ver la ropa interior masculina. En sus ojos hay una obsoleta necesidad de lo sagrado, una desquiciante aversión por lo corporal. ¿Vieja amargada? tal vez, pero te tengo una mejor explicación;  es cristiana, creyente hasta la medula, de mentalidad obsoleta y llena de culpa. Pese a lo que podrías imaginar, no es una mojigata, tan solo es una hipócrita. Una  triste y tonta hipócrita enamorada, que al cabo viene siendo lo mismo. Eso lo comprendí ayer. Pero te seguiré hablando de la casa. Las paredes son profundas e infranqueables para todo excepto para dos cosas: el placer y los pasos.  ¡La fachada parece tan natural los días nublados, y tan forzada los días de sol! Entras y sientes el perfume de una infancia desvalida, cuando pasas el zaguán, y sientes en la tonalidad antigua de la baldosa y la pintura que algo allí quedó inmóvil. Lo primero que encuentras es a un señor autista, de unos cuarenta años, sentado en el patio, jugando con un perro. Te encantaría. Es alto, rubio, y tiene unos increíbles ojos azules. Observa siempre con una infantil meloseria, pero su expresión suele cambiar muy rápidamente a una implacable violencia. Entonces se trasforma, de un enorme niño grande a un monstruo del odio. Su madre y su hermana suelen tratarlo con rudeza muy seguido, y por eso, he visto aquella trasformación con una preocupante constancia. Comprendo en él el odio de un asesino accidental, y eso me encanta. Para colmo, hace pesas, con un equipo muy rudimentario que seguramente el mismo construyó. Su hermana es mi casera. Una señora pálida, de ojos azules, pelo negro, estatura baja, rezandera, rezandera, enmendada a dios con una constancia insoportable. Se atrevió a invitarme a uno de sus cultos, ¿puedes creerlo? Pero ayer, en la noche, como en una concesión, la vi entrar a la madrugada, acompañada de un hombre. Un hombre alto, atractivo, de ropa elegante. Su amante. Por un instante, pensaron en subir al segundo piso, seguramente buscando una habitación, pero se contuvieron; las escaleras de madera hacen mucho ruido, sobre todo a esta hora.  Era perceptible su ansiedad, y sobre todo, el temor a que la luz desvelara sus deseos. Él empezó a besarle el cuello, y ella lo rechazó de mala gana. Vi su rostro, ¡era tan contradictorio! Porque había una electricidad  absorbente que se apoderaba de su cuerpo,  que añoraba, que poseía, que la hacia tan débil, y sin embargo, estaba también su prejuicio, su sensación de pecado, que la excitaba y la entristecía.  (Y yo, en el baño, con la puerta entreabierta como un buen boyeurista, examinaba, la estudiaba, como quien esta a punto de descubrir algo importante) allí estaba ella, tocando a su amante como quien se va a quemar, como quien no soporta lo que siente, como quien va a explotar. Su pasión era típicamente triste. A él le correspondía dominarlo todo, y así lo hizo. Hablándole al cuello, desató sobre su oído un montón inquietante de palabras, de formas, palabras que erizaron cada centímetro de su piel, que la hicieron perder el control. Casi pude ver sus piernas tambalear, y tal vez, por ello, se aferró a él como si estuviese a punto de caer, como si fuese a hundirse en un abismo asfixiante. Se adentraron en la habitación vacía junto a la mía, y cerraron la puerta, colocando todos los seguros posibles. No me fue necesario ver nada, lo escuché todo, con una gangosa y fluida nitidez. Pero lo que llamó mi atención no fue su placer, si no la casa misma. Cuando ella gemía, la casa entera gemía, y por un instante, sentí que todo mi cuarto, todo a mí alrededor, se estremecía y respiraba agitadamente. Y un vaivén agitaba el suelo bajo los pies de mi cama, y el aliento calido de una boca erizaba la pintura, y por un instante, el aire típicamente frío se hizo pesado, húmedo. Y la casa seguía, estremeciéndose, agitándose, al límite, a punto de colapsar, añorando esa muerte sobre sus cimientos, a tal punto que la creí a punto de derrumbarse. Te recordé en ese instante. Recordé el asfixiante calor de tus gemidos en mi oído, tu rostro curvado, tus muecas. Entonces reí. Arrojé al aire una enorme y escandalosa risotada, por que recordé la expresión de tu rostro, y al imaginarla en la devota seriedad de mi casera, no pude evitar la sensación de enfrentarme a una caricatura ridícula de la santidad… Ignoro porqué reí con tanto desprecio, con tan malintencionado volumen. No sé si actué por envidia o por miedo; en algún instante sentí que saldría despedido por la ventana una vez llegara el orgasmo. Interrumpí. El silencio luego de mi risa fue absoluto en ellos. Creo que los sentí temblar, y la casa tembló también. Sentí la pared y el suelo erizados, al límite, respirando con rencor hacia mí, sudorosos y enrojecidos, endurecidos una vez más por el frío, por la culpa, por la endemoniada sensación de un deseo maltrecho, entrecortado. El aire se hizo seco, pero el silencio tardó más en llegar, mi propia respiración lo entrecortaba, y cuando llegó se hizo absoluto. No volví a escuchar a los amantes hasta quedarme dormido. Sentí lastima por ellos, pero lo siento; algo en todo aquello me parecía ridículo, jocosamente triste. Tengo la certeza de que estaban arrinconados, desnudos aun, aterrados, avergonzados de su propia sed de placer, de su propia necesidad de culpa y miedo.

Al día siguiente la Casera tenía el rostro marchito. Reaccionaba con violencia frecuentemente. Conocí al hombre porque almorzó con ellos, en el piso de arriba. Supe entonces que era el pastor de su comunidad. Es un individuo bastante fuerte y atractivo. Ninguno de los dos hizo mención alguna del hecho, y frente a la madre de mi casera, y frente al hermano autista, se trataban con una respetuosa y fría distancia. Noté un brillo particular en ella cuando él se acercaba, cuando le hablaba, un rezago de su temblorosa ansiedad, de su deseo. En él nada era perceptible. Hacia alarde de su inescrupulosa hipocresía.

Me invitaron a almorzar, al principio, por vergüenza, rechacé la invitación, pero frente a la insistencia, accedí.

Me concedieron la silla frente a la  madre de mi casera. La mesa era precedida por el señor pastor. Oró con voz aguda, melodramática y artificial.  Su gesto de solemnidad me resultó repugnante.

— ¿escucharon al loco anoche? —Pregunté, con la más puritana sinceridad—como se reía, ¡era horrible! Creo que golpeó la casa.

—Si—contestó la madre de mi Casera—yo también lo oí—guardo un silencio crudo, y dirigió una mirada envenenada a su hija— lo oí todo.

El autista asintió ¿también escuchó todo? ¿No era ridículo todo aquello? Ella desfalleció, se enrojeció, y huyó a la cocina. En él nada fue perceptible. Siguió hablando del pecado, de la decrepitud de ese borracho con tanta pasión, con tanta artificialidad, que me resultó roñoso. La señora, la madre de la casera, lo observó asintiendo, esperando en él algún gesto de sinceridad, observándolo con escepticismo. Cruzamos una tímida mirada de complicidad. Él parecía dispuesto a morir por sus mentiras.

Sentí lastima por ella. Repugnancia por él. Huí a mi habitación. Me embriagó algo de culpa.  Afortunadamente, la culpa desapareció pronto.




lunes, 20 de septiembre de 2010

Noticia.

Aunque lo parezca, este blog no esta abandonado. En pocoas dias lo actualizaré.

Gracias por su paciencia.

lunes, 19 de julio de 2010

TEMAS DE ANALISIS

El Cazador de bombas más famoso del mundo.

(Por: Santiago Villarreal Cuellar.)



Se llama Caruzo, el cazador de bombas más famoso del mundo y lo tiene la Policía Nacional adscrita al distrito de Pitalito Huila Colombia. Yo quise conocer a este maravilloso perro, pero el oficial encargado de cuidarlo no me permitió ingresar hasta la perrera donde lo tienen. Sin embargo, el oficial fue muy cortés y me mostró una fotografía ampliada del canino: se trata de un perro negro como el azabache, de regular tamaño, ojos negros en cuya mirada le noté cierta tristeza. Luce un collar metálico, sobre el que le cuelga un azabache en forma de una manita cerrada. Cuando le pregunté al oficial sobre el significado de tan conocido amuleto, me explicó que Caruzo lo llevaba puesto para evitar que la guerrilla lo matara de mal de ojo, pues en esas selvas hay muchos brujos a los que les pueden pagar dinero para que le tiren un maleficio.

En septiembre del año pasado, Caruzo tubo su primera prueba de fuego: un sábado por la mañana (apenas estaba amaneciendo) una buena señora madrugó a vender minutos en el Parque José Hilario López de esta ciudad y observó cerca de un frondoso árbol, un pequeño maletín de hule colocado cuidadosamente sobre el prado. Gracias a Dios, se trataba de esas señoras que conservan esas cualidades que gozan la mayoría de los latinos: la malicia indígena, la credulidad, además de esa mescla de utopía revuelta con ingenuidad, razón por la cual estos pueblos son tan fértiles para la siembra de las sectas y la prosperidad de las pirámides. En cuestión de segundos dedujo que ese maletín contenía una poderosa bomba, colocada por terroristas de la guerrilla. Otro segundo tardó en llamar a la Policía y esta tardo quince segundos en llegar hasta el Parque (en Pitalito la Policía es muy rápida en actuar) y en cuestión de segundos se acordonó el lugar y diez cuadras a la redonda. El comercio fue cerrado en la misma área perimetral y luego soltaron a Caruzo, quien tan pronto su hocico palpó con su húmeda nariz el maletín, ladró anunciando que efectivamente se trataba de una bomba, o por lo menos que se trataba de explosivos.

La segunda prueba de fuego fue el viernes 18 de junio pasado, en plena ante-víspera de las elecciones presidenciales: esta vez se trató en un lavadero de carros que colinda con el bunker de la Fiscalía de esta ciudad, donde un camión de color rojo se encontraba estacionado cerca de la pared del bunker y fue abandonado. Uno de esos buenos colombianos, dotado de las mismas cualidades de la señora del maletín bomba, intuyó que se trataba de un camión bomba, dio aviso al vigilante del bunker, este le transmitió la noticia a los ocupados agentes del C.T.I. y estos ordenaron la evacuación del lugar que en cuestión de segundos ni zancudos se escuchaban. El área fue cerrada varios cientos de metros a la redonda y esta ves Caruzo, desde que cruzó el portón del lavadero ladró, anunciando la mala nueva que se trataba de una poderosa carga explosiva dejada por la columna Teófilo Forero de las farc, quienes ya habían anunciado que sabotearían las elecciones.

Los resultados fueron los siguientes: en el Parque principal, ese sábado se esperó hasta la una y media de la tarde, hora en que llegaron las unidades anti-explosivos de las capital, quienes cuidadosamente tomaron el maletín bomba, lo abrieron y ¡oh sorpresa! En su interior se encontró una toalla blanca, una muda de ropa vieja, un pequeño espejo, una estampa de la Virgen del Carmen con su vidrio quebrado, una caja de fósforos y pedazos de periódico. El maletín terminó siendo un chasco.

En cuanto al camión bomba, este se trató de un señor que lo dejó desde el día anterior para que se lo lavaran, a los empleados se les olvidó y no dieron aviso a los relevantes, el dueño se emborrachó y solo al medio día del viernes llegó a reclamar su vehículo, cuando aun los agentes especializados no habían llegado a desactivar la supuesta carga explosiva y demostró que su viejo camión no significaba ningún peligro. Otra pifia.

Con todo respeto, creo que a Caruzo le está fallando el sentido del olfato, cosa que en los caninos es raro y a las autoridades de Policía les está faltando más malicia indígena y una buena dosis de sentido común, mesclado con un poco de lógica, que en estas no es tan raro.

martes, 13 de julio de 2010

cuento en 15 minutos {antes de clase}

Guerra cíclica.

Fuimos muchos lo que empezamos a correr. El estruendo hizo temblar la habitación. En principio no encontramos una dirección concreta hacia dónde dirigirnos, pero una segunda explosión nos guió y todos corrimos hacia el extremo contrario. Fue un acto irracional, que ocasionó una terrible confusión. La energía eléctrica del edificio empezó a palidecer, y se desvaneció suavemente, como si todo el sistema eléctrico cayera en un pesado sueño. Las escaleras quedaron en la más absoluta oscuridad. Muchos hombres rodaron, rompiéndose, desmayándose, sangrando por sus labios y sus heridas, quedando finalmente inconscientes estorbando el paso. Pise y pasé por muchos hombres y mujeres para poder huir. Mi respiración era densa y dolorosa. Me empezaba a marear. Resbalé, por fortuna, en los últimos escalones de la escalera principal. Saludé con rudeza el suelo, y mi frente empezó a sangrar. La sangre se mezclo con el sudor, la desorientación era más grande que mis fuerzas, pero me levante rápidamente, consciente de que si no lo hacia otros pasarían sobre mi y molerían mi cuerpo. La puerta principal estaba bloqueada. Se escuchó una tercera explosión, mucho más grande que la anterior. Las mujeres empezaron a llorar. Los hombres golpeamos la puerta, armados solamente con nuestros cuerpos debilitados de oficinistas eternos, grandes y grasientos, como morsas asustadas por la marea. Tras muchos intentos, la puerta se abrió. Al principio todo fue opacado por la luz de la mañana; entonces comprendí que llevaba muchos años sin ver la luz. Tras recuperar la sensibilidad, y comprender las formas, vimos los aviones que volaban sobre nuestras cabezas, descargando bombas pesadas que demolían poco a poco nuestra ciudad. Grandes columnas de humo emergían del suelo tras su paso. Un grupo de soldados nos hicieron señales, acudimos junto a ellos. Había un refugio bajo el edificio, una enorme galería que se adentraba en la tierra iluminada por linternas movedizas. Adentro se escuchaban los quejidos de los heridos, los gritos de los militares de alto rango, y el llanto imparable de los niños. Acudí y me acurruqué en el primer lugar que vi. Tras un par de horas, el silencio fue ensordecedor. Toda la ciudad parecía muerta. Yo empezaba a adormecerme pero mi estomago se quejó ruidosamente; entonces, para disimular, para sobrellevar la espera, me dormí. Mi sueño fue pesado y asfixiante. Desperté con un insoportable sabor a sangre en los labios y la sensación de estar enterrado vivo. Ya era de noche, y algunas personas habían encendido fuego en el fondo del túnel. Quise conversar con alguien, pero no tenia voz. Todos preferían callar. No volví a dormir. Esperé la mañana junto a la entrada principal. El hambre era tan intensa que casi ya no se sentía. Algunos soldados a mi alrededor empezaban a adormecerse, con aires de indiferencia. Pensé, este es su mundo, no el mío; ellos están acostumbrados a esta barbarie, sometidos a esta suerte. Silencio absoluto. Por un instante creí que respirábamos a unisonó. Al amanecer, cuando por fin empezaba a vencerme el cansancio, escuché una sirena distante, y las primeras explosiones del día.

«Aquí estaremos seguros» dijo un soldado, con voz temblorosa y tímida, a pesar de tener los típicos rasgos de un hombre valiente

Se equivocaba. El edificio empezó a temblar, tanto como si tuviese miedo. De nuevo empezamos a correr. Esta vez el aire era más turbio, y el fuego mas cercano. No había hacia dónde ir. Las explosiones venían de todas las direcciones. La muerte nos observaba desde todos los ángulos. Entonces, sin explicarlo, sin justificación, corrimos hacia todas partes. Lo mismo daba. Nos separamos así en aquella ciudad, asustados y hambrientos, locos por huir de esa infalible muerte.

sábado, 10 de abril de 2010

COLUMNA SEMANAL



TEMAS DE ANALISIS


Juan Manuel Santos, atrae, lideres, congresistas, liberales y conservadores.




(Por Santiago Villarreal Cuellar)


Los viejos "zorros" de la política, tanto liberales como conservadores, comenzaron a ser atraídos por el astro Juan Manuel Santos, considerado el verdadero heredero del uribismo. Esta semana que ya pasó, dirigentes conservadores de la más alta alcurnia y pertenecientes a apellidos históricos de la oligarquía, adhirieron públicamente al candidato presidencial. Y desde la ciudad de Miami, donde pasó vacaciones el ex precandidato conservador Andrés Felipe Arias, (uribito) instruyó vía telefónica y mediante correos electrónicos a muchos de sus líderes que lo acompañaron en su campaña para que se alinderen alrededor del señor Santos.

Pero dentro de la bancada parlamentaria del partido conservador, electa el pasado catorce de marzo, se cocina una verdadera rebeldía interna por romper la disciplina de ese partido y adherir al nuevo mesías. De hecho el ilustre senador Enrique Gómez Hurtado, hizo pública su simpatía al candidato, sin importarle la alharaca que ha desatado el presidente de ese partido, el ex canciller Fernando Araujo Pedómo, de sancionar, castigar, excomulgar y hasta expulsar a quienes no apoyen a la señora Noemí Sanín, candidata presidencial, ahora en representación de los conservadores.

Y si dentro de las filas conservadoras llueve a chorros, en el seno de la bancada parlamentaria liberal se desató el martes pasado una verdadera tormenta. Un gran sector de los nuevos congresistas, solicitó a su jefe único y agonizante candidato presidencial Rafael Pardo Rueda, que los dejen en libertad de conciencia para ellos escoger a quien apoyar a la presidencia. Es decir, para pasarse a las toldas del astro Juan Manuel Santos, cuya fuerza de gravedad, alimentada desde el Palacio de Nariño, absorbe cada día a más dirigentes de esas dos vertientes tradicionales de la política colombiana.

Y dije que la candidatura de Pardo está agonizante, porque desde el jueves pasado se están haciendo ingentes esfuerzos por parte de ex presidentes, periodistas, líderes de alto perfil y algunos congresistas, pertenecientes al partido Liberal, con el propósito de unificar la candidatura Pardo, con la del otro partido agonizante, Cambio Radical y su candidato Germán Vargas Lleras, en la que ambos reclaman ser la cabeza de la posible nueva coalición. Es cuestión de días para que se selle alguna determinación.


Todas estas movidas en el ajedrez de la política colombiana, obedecen a la alianza de los dos candidatos de la nueva derecha, Mokus y Fajardo, quienes sellaran su formula presidencial esta semana, la cual se perfila definitivamente para llegar a una segunda vuelta electoral, captando la inmensa mayoría del voto de opinión y esa considerable franja de voto indefinido, que optará por Antánas Mokus y comenzó a asustar al resto de presidenciables, la cual podría estar llegando al solio de Bolívar en la segunda vuelta.


Pardo y Vargas Lleras, son muy conscientes que ninguno de los dos llegará solo a una segunda vuelta y por eso sus seguidores cocinan una posible unión. De igual manera la señora Noemí, está comenzando a descender las simpatías electorales y sus asesores de imagen acabaron por sepultarle mucho más su opción de única mujer presidenciable, al maquillarla, arreglarle el cabello y vestirla para que se parezca hombre. Lo pudimos ver la noche del debate en televisión y lo hemos seguido observando en sus presentaciones públicas. Cosa más absurda en la cultura y la idiosincrasia colombiana, es querer desvirtuar la imagen femenina (mujer con pelo suelto y faldas) y querer creer que al parecerse más a los hombres le hace crecer su don de autoridad. No cala ni en la mentalidad de las mujeres, ni mucho menos en la de los hombres.


Por su parte el candidato de la izquierda Gustavo Petro, que desde que era precandidato de su partido, el Polo Democrático Alternativo se mostro partidario de la llamada seguridad democrática y le lanzó piropos al presidente Uribe, no parece llenar las expectativas de esa franja de opinión que hace cuatro años canalizó con maestría Carlos Gaviria Díaz, ni mucho menos esa franja de electorado indeciso y sin partido, ni tampoco los sectores inconformes. Tiene un buen programa, pero quizá su forma demasiado académica al momento de exponerla al electorado, hace que este último no alcance a percibir sus bondades, ni le ayuda su imagen ni su pasado, en un país que sigue viviendo de hipocresías y apariencias. Seguramente también estará esperando algún guiño de algún otro candidato presidencial para adherirse, pues ha sido uno de sus postulados desde que fue precandidato.

Así las cosas, mientras la estrella Santos atrae cuanto líder y congresista pase cerca de su fuerza de gravedad, comienzan a unificarse otras fuerzas políticas con el propósito de pasar a la segunda vuelta, mientras la única estrella femenina comienza a convertirse en enana y otros no saben que hacer con su candidatura deshaciéndose en sus manos. Cada día se hace más interesante esta campaña presidencial, que tal como se preveía, sin Uribe, calentaría los ánimos. De lo que sí es seguro, es que el nuevo presidente, si no sigue siendo del establecimiento, será de la derecha.


Pitalito, abril 10 de 2010.



Discover the new Windows Vista Learn more!

sábado, 3 de abril de 2010

COLUMNA SEMANAL


TEMAS DE ANALISIS



Piedad Córdoba: tesonera en la defensa de los derechos humanos.

(Por: Santiago Villarreal Cuellar)

Vilipendiada por muchos colombianos, incomprendida por otros, calumniada por otros tantos, envidiada por muchos políticos, odiada por los sectores reaccionarios y aplaudida por otro tanto de colombianos que sentimos una profunda admiración, un inmenso sentimiento de gratitud por el tesón con el que se dedica a la defensa de los Derechos Humanos, en un país que ha perdido desde hace mucho tiempo su memoria en defensa de los mismos, además de ser casi un suicidio defenderlos.

El logro obtenido la semana pasada, conjuntamente con ese grupo de personas de Colombianos y Colombianas por la Paz, de servir de mediadora en la liberación de dos militares, entre otros uno de los que llevaba más de doce años retenido (el sargento Moncayo) y la entrega de los restos mortales del coronel Guevara, coloca a Piedad Córdoba una vez más como una de las pocas personas que se la juega toda por propiciar una salida negociada, no solamente al intercambio de presos de la guerrilla en las cárceles del establecimiento por los restantes militares retenidos por las farc (prisioneros de guerra según los Protocolos I y II de Ginebra), sino sentar las bases para lograr una negociación política que conduzca a la pacificación de la nación.

Y es que Piedad Córdova, no solamente es tesonera en una negociación política en aras de la paz sino que además, conoce plenamente al igual que lo sabemos cientos de miles de colombianos, que las condiciones para lograr ese anhelado objetivo, requiere de un cambio fundamental en el modelo económico que se ha aplicado en este país y de permitir de una vez por todas una verdadera democracia, en la cual no solo se invite a participar de unas elecciones cada cuatro años, en las que de antemano ya se han elegido en los clubes, los gamonales que ocuparan la mayoría de curules del congreso, sino que se escoge de antemano quién será el presidente, cerrando toda posibilidad de que la gran mayoría de los colombianos (que entre otras cosas no participa de esa feria electorera) pueda expresar sus verdaderas preferencias.

Desde que comenzó su carrera política en el departamento de Antioquia, la senadora Piedad Córdoba se ha destacado por la defensa de las minorías étnicas (afro-descendientes, indígenas), en una nación que a pesar de ser multirracial, sigue discriminando a los negros, lo mismo que las comunidades primitivas mal llamadas indígenas. Pero además es defensora de su propio género (las mujeres), lo mismo que de los sectores homosexuales (LGTB) y en general de todo aquello que implique la defensa integral de los derechos de las personas.

Esto coloca a la insigne senadora en los mismos lugares que han ocupado destacados pacifistas a nivel mundial, como Gandi, quien logró la independencia de la India en 1948; Nelson Mandela, quien acabó con el odioso apartehid en la república Sudafricana hace veinte años, negociando con la oligarquía de la raza blanca que manejó a ese país desde la época colonial, logrando la unificación de esa nación, limando odios y rencores de raza; o la guatemalteca Rigoberta Menchú, que a pesar de que sus padres, descendientes de comunidades primitivas, fueron masacrados con otros campesinos de su raza, pero a pesar de semejantes oprobios, depuso odio y venganza y a cambio lideró un proceso de pacificación en su país.

Por todos estos meritos alcanzados en estos últimos años, creo que el nuevo presidente o presidenta que resulte electo en los próximos comicios, debería nombrar a Piedad Córdoba, como Alta Comisionada para la Paz, con el propósito de llegar, no solo a un acuerdo humanitario para liberar el resto de retenidos, sino un acuerdo negociado con las guerrillas para poner fin a este conflicto que lleva cincuenta años desangrando esta martirizada Colombia.

Sin embargo, soy escéptico que esto último se logre, porque todo parece indicar que el nuevo gobierno continuará siendo afín con el establecimiento actual y seguirá recibiendo instrucciones de Washington, desde donde hace tiempo se ordenó internacionalizar el conflicto armado colombiano, alimentándolo con el Plan Colombia, con el propósito de tener argumentos para tratar de detener el proceso progresista de la mayoría de naciones suramericanas.

Pitalito, abril 03 de 2010.