COLUMNA SEMANAL

TEMAS DE ANALISIS

Liberen a Todos Los Presos Sin Justa Causa.

(Por: Santiago Villarreal Cuellar)

 

Que liberen a todos los secuestrados que tiene la guerrilla de las farc en su poder, piden a gritos las familias de esos secuestrados y otros sectores de la sociedad colombiana. Los liberaremos cuando nos sentemos a negociar un acuerdo humanitario, responde el grupo insurgente y otro sector de la sociedad colombiana. Mientras que otra gran franja de colombianos permanece indiferente a cualquiera de las dos opciones.

Considero validas ambas solicitudes, porque tan lamentable es el secuestro de unos compatriotas, como el tener presos a insurgentes cuyos propósitos son más políticos que delincuenciales y también son compatriotas.

Pero cada que paseo por las calles de las ciudades de Colombia o de algún otro país latinoamericano, contemplo con tristeza, cómo en algunos almacenes veterinarios mantienen encarcelados en jaulas metálicas o de cualquier otro material, una gran cantidad de aves de diferentes especies, tamaños y bellísimos  colores, cantando maravillosas melodías. Entonces me pregunto: ¿Qué delito habrán cometido estas aves inocentes para que permanezcan en prisión? ¿Y con qué derecho los seres humanos colocan presos a estos seres indefensos? Y me duele aun más, saber que los sacaran de una cárcel para ser vendidos como si se tratara de un esclavo del siglo dieciocho, para luego ser prisionero en otra cárcel (jaula) en la residencia de otro inescrupuloso carcelero.

También mantienen presos a gatos, perros, conejos, monos y otras clases de animales mamíferos, muchos de los cuales correrán con la mala suerte de continuar prisioneros en estrechos patios de casas de habitación, amarrados con lazos o correas y en muchas ocasiones maltratados por sus desalmados amos.

Me duele profundamente ver cómo maltratan a los caballos, vacas y otros nobles animales de carga por parte de verdugos que los utilizan para ganar dinero con el fruto de su trabajo. Y me duelen las corridas de toros que terminan asesinados por los toreros, bajo la estruendosa gritería de una muchedumbre histérica, atolondrada y enferma de ver sangre y saciándose de ver cometer un crimen contra un inocente animal. Como me produce mucho horror ver las populares peleas de gallos finos, mientras una turba alrededor de las llamadas galleras, gritan, apuestan dinero, lanzando improperios contra estas nobles aves inocentes. También sabemos que en algunas ciudades realizan peleas de perros, colocando a tan noble animal, único amigo del ser humano en que se puede confiar, en un instrumento de macabra diversión.

Y ni que decir de muchos mal llamados circos, que utilizan animales salvajes como leones, tigres, monos, reptiles, focas y muchos otros, para divertir a un público que no sabe distinguir entre su propia dignidad y la dignidad que se debe otorgar a los animales.

Todos estos atropellos contra las especies animales, se cometen bajo la mirada cómplice de funcionarios del Ministerio del Medio Ambiente y corporaciones autónomas, a quienes les preocupa más que un pobre campesino corte una guadua para reparar una cerca, que sancionar a los verdugos y carceleros de estos seres indefensos e inocentes.

Por eso, yo hago un vehemente llamado a quienes mantienen aves, mamíferos, reptiles y otras especies, prisioneros en jaulas o amarrados, para que liberen estos presos sin justa causa. Pero no solamente cuando los mantienen amarrados o encarcelados, sino cuando poseen guacamayas, cotorras y otras especies sueltas en patios, dando una apariencia de libertad, sencillamente porque ese no es el hábitat propio de esas especies, que en su mayoría han sido robadas de sus nidos o de sus progenitores para ser comercializadas.

Si queremos conservar un medio ambiente sano, debemos empezar por liberar los animales presos, para que regresen a sus lugares de origen y continúen con la cadena ambiental y de esa manera se conservara la flora y la fauna, cuyo divorcio es el que está contribuyendo con la destrucción de nuestro hermoso planeta.

Pitalito, enero 16 de 2010.

 

 

 

 

       

 

 

 

 

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cosas extrañas

Manual para nacer.


Naciste. Tienes un padre y una madre. Desde que aprendes a reconocer las formas, es fácil distinguirles; son como señales de transito en la multitud, como puntos de apoyo en medio de la nada. Si por casualidad, naces sin ellos (como yo) déjame aclararte que tu mente, siempre lista, aun en contra de tu estupidez, te proveerá de figuras paternas y maternas. Los hombres extienden este simbolismo hasta sus instituciones, que no son más que una expresión burocrática de su soledad. El mundo, de algún modo, actúa solo, y te decide un destino, al que no puedes oponerte, al que estas condenado por gracia del vicio que tu representas, y que llamamos humanidad. Cuando te asuste la nada, deberías cruzarte de brazos, y permitir que tu cuerpo actué solo, pues posee instrucciones precisas para ello. Cuando dibujes las nubes, recuerda que son blancas como la leche (pero como todo niño, estas condenado a dibujarlas azules, por mediocridad; el color blanco del papel te inhibe de soñar con algodón, con nubes, con la baba de los perros rabiosos, y con la leche que emana de los senos. Si pintas las nubes verdes, o moradas, te creerá un loco, y te arrojaran al aislamiento. Es la primera lección que te dará la vida. Trata de comprender a aquellos que se parecen a ti por que su ausencia y su desprecio, son ligeramente más dolorosos que su compañía. Desde el principio estarás atado a la necesidad y al llanto; desde mucho antes de que poseas la palabra, poseerás la rabia, la desesperanza, el grito y las lagrimas, representación física de la necesidad. Vivirás una vida presa de las necesidades, de la ausencia del todo. Descuida. No faltaran excusas para llenar ese vacio. Desgraciadamente, nada bastará para liberar al éxtasis. La felicidad es momentánea. La insatisfacción y el hastío serán tu forma de existencia. Exigirás un oficio, una distracción, un merito que te de de comer y distraiga el insípido trascurrir de los días, la violenta sensación de vértigo que resulta de permitirle a tu mente vagar por las ideas sin ningún prejuicio, sin ningún control. La razón ahogada en la nada podrá convertirse en tu enemigo si no haces algo útil con tu inteligencia. Le temerás al ocio, padre de tus miedos, señor de los recuerdos amargos, y de tus ratos de soledad y llanto.

Sufrirás de una inevitable adicción a lo absurdo. Todo porque la conciencia es una carga, y te encanta librarte de la dolorosa responsabilidad de pensar, de respirar, de sentir.

Inutilidad mental. Una sensación embriagadora. Liberarnos de nuestras preguntas. Ataraxia, paraíso de los hombres, utopía de los drogadictos y de los ebrios.
Si existe un hombre en el mundo que merece la muerte, no hay otro que no la merezca. Los prejuicios son las únicas armas que nos autorizan para el odio, para el privilegio ambiguo de la brutalidad y el asesinato. Sin el prejuicio, todo intento de justicia es inútil, banal.
Quizás lo único maravilloso y verdaderamente sagrado se esconda detrás de la cotidiana manía de vivir, levantarse todos los días y persistir en el hecho de vivir. Curiosamente, aunque le debemos la vida a la naturaleza, cualquier culto panteísta es denominado “primitivo” por el contrario, cualquier artilugio antivital, cualquier dios de papel es denominado “civilizado”
¿De donde proviene el desesperante deseo de vivir? Indudablemente del temor de la nada. Cuando recordamos, cuando viajamos al pasado en nuestra memoria, y reconocemos los instantes que preceden a nuestra existencia, nos chocamos contra la nada, y sufrimos. El pánico devora nuestra conciencia, nos atrapa entre la infinita sensación de tedio que nos produce la ausencia de sensaciones, la quietud de la muerte, esa muerte imposible.
Los hombres odian el ateísmo porque odian el vértigo de descubrirse arrojados a la nada sin ninguna justificación. Prefieren el indulto del milagro a la cotidianidad del azar, a la ineficaz y poco espectacular certeza del silencio, maravillosa religión de los corazones rotos.
En secreto, todos los hombres saben que la muerte es la única respuesta valida para todas las preguntas.
Aunque no hay nada en el mundo que no posea las características de un milagro, nada podría liberarte del hastío. El suicidio demuestra que un mundo, con todas sus posibilidades, es incapaz de drogar a un alma insatisfecha con felicidad.

Un día nefasto, ya olvidado, los sacerdotes descubrieron un deseo incrustado en la conciencia de los hombres, reconocieron una sed de lo metafísico, una necesidad divina de paz y equilibrio con el cosmos. Reconocieron que existía una resistencia la superficialidad y que necesitaban darle un contenido sagrado a sus necesidades, a su rutina. Un equilibrio a su brutalidad genética, a su animalidad corrosiva enriquecida por la inteligencia, por la superioridad de la herramienta y el cerebro. Descubrieron el alma, la originalidad de lo estándar, lo especial que el individuo tiene y que sin embargo, lo une a la multitud. Lo describieron en si mismos como un vacio constante en el estomago, como una necesidad de lo imposible. Una cura para el vacio, si, describieron y comprendieron el alma como la respuesta al vacio.

Y desde entonces tratan de llenar de “alma” el estomago vacio de los pobres.

Todos los libros deberían empezar con un pequeño preámbulo que nos invite a recordar los primeros balbuceos del lenguaje, por que todo libro es una introducción a las marañas de la existencia. Aunque si el hombre decide (cosa poco común) explorar otros libros, la repetición de este ritual se haría tediosa. La forzosa monotonía lo haría repudiar cualquier tipo de preámbulo, por el resto de su vida. Sin embargo, para no lucir perdido, para no ahogarse en los nidos del nihilismo literario, creo que debería existir un lenguaje de iniciación, algo que te facilite la interpretación de los sueños, de las formas, algo poético, no sometido a los artificios superficiales de la gramática, algo que parezca una herencia secreta, sagrada. La introducción de todo manual literario, debería recordar un poco la introducción a la percepción; todo lo que el hombre conoció al abrir los ojos, para despertar su nostalgia, para recordarle que las letras y él, aunque a veces no lo parezca, existen en un único y mismo universo.

Esta noche pensaba en un artificio así. Mágico. Superficial. Algo con tantas pretensiones de profundidad que choque con la necedad y la idiotez. Empecé estas líneas pasada la media noche.
Decidí llamarlo “manual para nacer” la idea es estúpida, debido a mi falta de autoridad. Por eso, y para colmo, quizás nadie merezca tanto como yo el titulo de “malnacido”

COLUMNA SEMANAL

TEMAS DE ANALISIS

El Año 2010 Será Mejor Que El Anterior.

(Por Santiago Villarreal Cuellar)

 

Según la Cábala numeral hebrea, el año 2010, sumado cabalísticamente nos da como resultado el número tres, el cual predice un año lleno de excelentes perspectivas para quienes nos regimos por el calendario gregoriano. Porque debemos saber que ni la comunidad hebrea, ni la musulmana, ni la sociedad china se rigen por este calendario, pues ellos poseen los suyos propios, los cuales son totalmente diferentes al nuestro.

Para los que no conocen qué es la Cábala numeral hebrea, les diré que este libro que data de hace cinco mil años, conjuntamente con el Talmud, el Antiguo Testamento bíblico y la Tora, constituyen la base de la doctrina del judaísmo. Este libro de la Cábala, es el libro de predicciones u oráculo para la comunidad judía. Algo así como el I,Chin o libro de las mutaciones de los Chinos, las cartas del Tarot que consultaban los egipcios o la astrología de los caldeos. Solo que en los últimos años, la Cábala ha acertado las predicciones que han hecho los expertos en esa materia.

Para este año 2010, la predicción dice que será un año de prosperidad, multiplicación de los bienes materiales y espirituales, abundancia, riqueza, éxito y vencimiento de obstáculos.

Para nuestro país, esperamos entonces que se consolide un proceso de paz y acuerdos humanitarios entre el estado y los grupos alzados en armas, que culmine con la liberación de los secuestrados que llevan, algunos más de doce años. Se espera que mejoren las condiciones de vida de nuestro pueblo, especialmente de ese sesenta por ciento que raya los límites de la pobreza absoluta y esta cayendo en la indigencia. Esperamos de igual manera el cumplimiento del derecho fundamental consagrado en nuestra Carta Magna de la universalización de la salud y la seguridad social.

Se espera que este año se apruebe la ley de victimas de la violencia, para que de una vez por todas exista una reparación integral, una justicia imparcial y se conozca la verdad. Porque en este país los medios masivos de comunicación nos conmueven cuando nos presentan a los secuestrados, pero no consideran conmovedora la tarea que cumplen los antropólogos forenses y demás agentes judiciales, cuando se devanan la cabeza armando los esqueletos de los miles de desaparecidos, que yacen en las fosas comunes de cualquier selva o finca, ocasionadas por el genocidio cometido por el paramilitarismo, auspiciado por el propio estado.

También es un buen año para que el señor presidente de la república, comprenda y reflexione que ya es suficiente con ocho años de mandato y que por el bien de esta democracia deponga esas aspiraciones de perpetuarse en el poder. Le escuché decir que dejaba en manos de Dios su reelección, pero se le olvida al primer mandatario que hace más de trescientos años se acabaron los gobiernos providenciales y que después de la Revolución francesa y la norteamericana, las democracias son regidas por los humanos y no por los divinos. Total que las decisiones de los humanos no se deben de echar a la suerte o a los designios de los dioses.

Es un año propicio para que se eche a la basura o se queme el monstruo del neo-liberalismo económico, cuyo modelo fracasó estruendosamente en todo en mundo y es precisamente por esa causa que se encuentran en crisis estas democracias occidentales. Un nuevo modelo o la mescla de varios, que se adecuen a cada nación, es el que debe reemplazar al anterior.

Yo tengo fe, que este nuevo año y según la predicción de la Cábala, a los colombianos se nos iluminará nuestra conciencia para elegir un nuevo congreso verdaderamente honorable, escogiendo a las más probas mujeres y los más ilustres caballeros de los diferentes partidos políticos para que hagan las mejores leyes.

Y finalmente es un buen año para seguir disfrutando de la lectura de los buenos libros (ensayos, novelas, poesía) y deleitarnos observando hermosas pinturas, acariciar nuestro sentido de la audición escuchando maravillosas melodías musicales, mirando buen cine y maravillarnos observando la naturaleza, para entender que también es un buen año para comenzar a cuidarla de la depredación a la que la estamos sometiendo.

        Pitalito, enero 09 de 2010.

 

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