jueves, 4 de noviembre de 2010

TEMAS DE ANALISIS

La marihuana reclama su espacio
(Por Santiago Villarreal Cuellar)

El referendo celebrado el pasado dos de noviembre en el Estado de California Estados Unidos, en el cual un 45% de los votantes dijo sí, a la legalización de la marihuana en ese Estado, es apenas el principio de lo que seguirá a futuro. Y aunque en este primer intento no se logró el objetivo, la población de ese importante Estado de la costa Oeste de norteamérica, se polarizó frente a la propuesta. Solo un 56% negó legalizar el consumo de esta hierba alucinógena.

Pero no se nos olvide que en ese mismo Estado de California, ya existen tres condados que legalizaron el uso de la planta con fines "medicinales," cuya sombrilla jurídica permite que se utilice de la forma como bien lo estime conveniente el usuario de la hierba.

No me cabe la menor duda, que en las próximas elecciones del año 2012, presentarán de nuevo la iniciativa en ese Estado y seguramente triunfará el sí. El ejemplo lo imitaran muchos otros de los cincuenta estados (sino todos), de la unión americana.

Recordemos que en la década de los años veinte y treinta del siglo pasado, el alcohol destilado era prohibido en todos los Estados Unidos, lo que desató una guerra interna por parte de la mafias que controlaban el jugoso negocio. Finalmente los legisladores de ese país, comprendieron que legalizar esas bebidas, era más rentable para el erario público, que mantener la prohibición.

El multinacional negocio de los narcóticos (marihuana, cocaína, heroína, éxtasis, para nombrar solo algunas), mueve anualmente en el mundo, la nada despreciable suma de novecientos mil millones de dólares. Las cifras son de las Naciones Unidas. Ahora, lo que gastan los diferentes gobiernos en el planeta, tratando de combatir ese delito, mengua los presupuestos que deberían destinarse para otros rubros mucho más prioritarios y su éxito hasta ahora es mediocre, por no decir que nulo. Y como no se diseñan políticas sanitarias para reducir su consumo, esta será una guerra de nunca acabar. Porque mientras el ser humano exista sobre la tierra, siempre tendrá necesidades emocionales, compulsiones, ansiedades, angustias, adicciones y otras patologías sicológicas que lo obligaran a buscar sustancias naturales o sintéticas para amortiguar esas dolencias. Total, que luchar contra el uso de las drogas que causan farmacodependencia, es algo así como querer apagar el sol con babas.

En reciente publicación, una revista médica de Gran Bretaña, demuestra que el uso del alcohol es el causante del mayor índice de mortalidad entre los farmacodependientes. Desplazó al tabaco que se encontraba a la cabeza y ahora ocupa un segundo lugar. La cocaína ocupa el quinto lugar después de la heroína. La marihuana ni siquiera se menciona en ese estudio y no existe un diagnóstico que demuestre que los adictos a esa sustancia sufran mayores trastornos, y menos que les cause la muerte. Conste que no defiendo el uso de la marihuana, ni de ninguna droga que cause adicción, porque cualquier adicto al consumo de estas sustancias es un enfermo. Entonces, el deber de las autoridades de cualquier Estado, es implementar planes integrales de salubridad pública para prevenir y tratar estos enfermos.

Finalmente diremos, que en menos de veinte años, las drogas farmacodependientes que hoy son tiificadas como delictivas, serán legalizadas por la mayoría de los países del mundo y la lucha se centrará en otras sustancias, que para la época serán consideradas "peligrosas."

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