sábado, 10 de abril de 2010

COLUMNA SEMANAL



TEMAS DE ANALISIS


Juan Manuel Santos, atrae, lideres, congresistas, liberales y conservadores.




(Por Santiago Villarreal Cuellar)


Los viejos "zorros" de la política, tanto liberales como conservadores, comenzaron a ser atraídos por el astro Juan Manuel Santos, considerado el verdadero heredero del uribismo. Esta semana que ya pasó, dirigentes conservadores de la más alta alcurnia y pertenecientes a apellidos históricos de la oligarquía, adhirieron públicamente al candidato presidencial. Y desde la ciudad de Miami, donde pasó vacaciones el ex precandidato conservador Andrés Felipe Arias, (uribito) instruyó vía telefónica y mediante correos electrónicos a muchos de sus líderes que lo acompañaron en su campaña para que se alinderen alrededor del señor Santos.

Pero dentro de la bancada parlamentaria del partido conservador, electa el pasado catorce de marzo, se cocina una verdadera rebeldía interna por romper la disciplina de ese partido y adherir al nuevo mesías. De hecho el ilustre senador Enrique Gómez Hurtado, hizo pública su simpatía al candidato, sin importarle la alharaca que ha desatado el presidente de ese partido, el ex canciller Fernando Araujo Pedómo, de sancionar, castigar, excomulgar y hasta expulsar a quienes no apoyen a la señora Noemí Sanín, candidata presidencial, ahora en representación de los conservadores.

Y si dentro de las filas conservadoras llueve a chorros, en el seno de la bancada parlamentaria liberal se desató el martes pasado una verdadera tormenta. Un gran sector de los nuevos congresistas, solicitó a su jefe único y agonizante candidato presidencial Rafael Pardo Rueda, que los dejen en libertad de conciencia para ellos escoger a quien apoyar a la presidencia. Es decir, para pasarse a las toldas del astro Juan Manuel Santos, cuya fuerza de gravedad, alimentada desde el Palacio de Nariño, absorbe cada día a más dirigentes de esas dos vertientes tradicionales de la política colombiana.

Y dije que la candidatura de Pardo está agonizante, porque desde el jueves pasado se están haciendo ingentes esfuerzos por parte de ex presidentes, periodistas, líderes de alto perfil y algunos congresistas, pertenecientes al partido Liberal, con el propósito de unificar la candidatura Pardo, con la del otro partido agonizante, Cambio Radical y su candidato Germán Vargas Lleras, en la que ambos reclaman ser la cabeza de la posible nueva coalición. Es cuestión de días para que se selle alguna determinación.


Todas estas movidas en el ajedrez de la política colombiana, obedecen a la alianza de los dos candidatos de la nueva derecha, Mokus y Fajardo, quienes sellaran su formula presidencial esta semana, la cual se perfila definitivamente para llegar a una segunda vuelta electoral, captando la inmensa mayoría del voto de opinión y esa considerable franja de voto indefinido, que optará por Antánas Mokus y comenzó a asustar al resto de presidenciables, la cual podría estar llegando al solio de Bolívar en la segunda vuelta.


Pardo y Vargas Lleras, son muy conscientes que ninguno de los dos llegará solo a una segunda vuelta y por eso sus seguidores cocinan una posible unión. De igual manera la señora Noemí, está comenzando a descender las simpatías electorales y sus asesores de imagen acabaron por sepultarle mucho más su opción de única mujer presidenciable, al maquillarla, arreglarle el cabello y vestirla para que se parezca hombre. Lo pudimos ver la noche del debate en televisión y lo hemos seguido observando en sus presentaciones públicas. Cosa más absurda en la cultura y la idiosincrasia colombiana, es querer desvirtuar la imagen femenina (mujer con pelo suelto y faldas) y querer creer que al parecerse más a los hombres le hace crecer su don de autoridad. No cala ni en la mentalidad de las mujeres, ni mucho menos en la de los hombres.


Por su parte el candidato de la izquierda Gustavo Petro, que desde que era precandidato de su partido, el Polo Democrático Alternativo se mostro partidario de la llamada seguridad democrática y le lanzó piropos al presidente Uribe, no parece llenar las expectativas de esa franja de opinión que hace cuatro años canalizó con maestría Carlos Gaviria Díaz, ni mucho menos esa franja de electorado indeciso y sin partido, ni tampoco los sectores inconformes. Tiene un buen programa, pero quizá su forma demasiado académica al momento de exponerla al electorado, hace que este último no alcance a percibir sus bondades, ni le ayuda su imagen ni su pasado, en un país que sigue viviendo de hipocresías y apariencias. Seguramente también estará esperando algún guiño de algún otro candidato presidencial para adherirse, pues ha sido uno de sus postulados desde que fue precandidato.

Así las cosas, mientras la estrella Santos atrae cuanto líder y congresista pase cerca de su fuerza de gravedad, comienzan a unificarse otras fuerzas políticas con el propósito de pasar a la segunda vuelta, mientras la única estrella femenina comienza a convertirse en enana y otros no saben que hacer con su candidatura deshaciéndose en sus manos. Cada día se hace más interesante esta campaña presidencial, que tal como se preveía, sin Uribe, calentaría los ánimos. De lo que sí es seguro, es que el nuevo presidente, si no sigue siendo del establecimiento, será de la derecha.


Pitalito, abril 10 de 2010.



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sábado, 3 de abril de 2010

COLUMNA SEMANAL


TEMAS DE ANALISIS



Piedad Córdoba: tesonera en la defensa de los derechos humanos.

(Por: Santiago Villarreal Cuellar)

Vilipendiada por muchos colombianos, incomprendida por otros, calumniada por otros tantos, envidiada por muchos políticos, odiada por los sectores reaccionarios y aplaudida por otro tanto de colombianos que sentimos una profunda admiración, un inmenso sentimiento de gratitud por el tesón con el que se dedica a la defensa de los Derechos Humanos, en un país que ha perdido desde hace mucho tiempo su memoria en defensa de los mismos, además de ser casi un suicidio defenderlos.

El logro obtenido la semana pasada, conjuntamente con ese grupo de personas de Colombianos y Colombianas por la Paz, de servir de mediadora en la liberación de dos militares, entre otros uno de los que llevaba más de doce años retenido (el sargento Moncayo) y la entrega de los restos mortales del coronel Guevara, coloca a Piedad Córdoba una vez más como una de las pocas personas que se la juega toda por propiciar una salida negociada, no solamente al intercambio de presos de la guerrilla en las cárceles del establecimiento por los restantes militares retenidos por las farc (prisioneros de guerra según los Protocolos I y II de Ginebra), sino sentar las bases para lograr una negociación política que conduzca a la pacificación de la nación.

Y es que Piedad Córdova, no solamente es tesonera en una negociación política en aras de la paz sino que además, conoce plenamente al igual que lo sabemos cientos de miles de colombianos, que las condiciones para lograr ese anhelado objetivo, requiere de un cambio fundamental en el modelo económico que se ha aplicado en este país y de permitir de una vez por todas una verdadera democracia, en la cual no solo se invite a participar de unas elecciones cada cuatro años, en las que de antemano ya se han elegido en los clubes, los gamonales que ocuparan la mayoría de curules del congreso, sino que se escoge de antemano quién será el presidente, cerrando toda posibilidad de que la gran mayoría de los colombianos (que entre otras cosas no participa de esa feria electorera) pueda expresar sus verdaderas preferencias.

Desde que comenzó su carrera política en el departamento de Antioquia, la senadora Piedad Córdoba se ha destacado por la defensa de las minorías étnicas (afro-descendientes, indígenas), en una nación que a pesar de ser multirracial, sigue discriminando a los negros, lo mismo que las comunidades primitivas mal llamadas indígenas. Pero además es defensora de su propio género (las mujeres), lo mismo que de los sectores homosexuales (LGTB) y en general de todo aquello que implique la defensa integral de los derechos de las personas.

Esto coloca a la insigne senadora en los mismos lugares que han ocupado destacados pacifistas a nivel mundial, como Gandi, quien logró la independencia de la India en 1948; Nelson Mandela, quien acabó con el odioso apartehid en la república Sudafricana hace veinte años, negociando con la oligarquía de la raza blanca que manejó a ese país desde la época colonial, logrando la unificación de esa nación, limando odios y rencores de raza; o la guatemalteca Rigoberta Menchú, que a pesar de que sus padres, descendientes de comunidades primitivas, fueron masacrados con otros campesinos de su raza, pero a pesar de semejantes oprobios, depuso odio y venganza y a cambio lideró un proceso de pacificación en su país.

Por todos estos meritos alcanzados en estos últimos años, creo que el nuevo presidente o presidenta que resulte electo en los próximos comicios, debería nombrar a Piedad Córdoba, como Alta Comisionada para la Paz, con el propósito de llegar, no solo a un acuerdo humanitario para liberar el resto de retenidos, sino un acuerdo negociado con las guerrillas para poner fin a este conflicto que lleva cincuenta años desangrando esta martirizada Colombia.

Sin embargo, soy escéptico que esto último se logre, porque todo parece indicar que el nuevo gobierno continuará siendo afín con el establecimiento actual y seguirá recibiendo instrucciones de Washington, desde donde hace tiempo se ordenó internacionalizar el conflicto armado colombiano, alimentándolo con el Plan Colombia, con el propósito de tener argumentos para tratar de detener el proceso progresista de la mayoría de naciones suramericanas.

Pitalito, abril 03 de 2010.