martes, 19 de febrero de 2019

Por Jairo Oliveros Ramirez. Sabiduría a gotas



Otra novela espectacular, que me sedujo, que me cautivo está relacionado con niños. Y es una niña quien narra. Y tiene una manera de contar. Es como si usted estuviera relatando una historia que se desprende de otra historia, son como recuerdos. Y está narrando hechos de  su niñez es un pueblo de los Estados Unidos. El pueblo se llama Maycomb. Es una historia tierna, llena de magia y no porque sucedan cosas mágicas, es por la manera como se cuenta y porque son historias que llegan al alma, llenan de satisfacción nuestra vida porque transmiten esperanza, solidaridad. Allí se  encuentran problemas de los niños excluidos, el racismo porque tiene que ver  con los negros, o sea  la raza negra u hombres de color u afroamericanos como se debe decir ahora. Y ante que se me olvide la novela de llama “Matar un ruiseñor” y fue esta novela que inmortalizó a Harpper Lee. Esa su grandeza.
Ah sí, quien narra es una niña: Scout. Ella nos habla de la ternura de su padre Atticus, de su comprensión, hermano Jem y de  Maycomb. Y otra cosa, el papá de Scout  es abogado y representa en los juzgado a los negros. Bueno, siempre son condenados y por ser negros su único delito. Ahí se aprecia el cinismo y la hipocresía como el machismo, el incesto en la sociedad norteamericana.
Resalto con emoción la alegría que despierta la novela, la genialidad con que la narra Harpper Lee. Es que se lee con entusiasmo los acontecimientos en la escuela, en la casa en los caminos, las diferencia, más bien los altercados con su hermano Jem y al mismo tiempo el aprecio que se demuestran. Ah y la tía Alexandra como algunas tías, comprensiva. Y se me olvidaba decirles que Scout quedó huérfana, su madre murió cuando Scout  tenía dos años. Al final uno descubre quienes mandan en Maycomb, desde el punto de vista de las tradiciones y las leyes no se aplican como deberían ser. Y no digo más. Es mejor que se enfrenten, se metan en esa novela. Ya verán que les va a gustar o mejor dicho la van a disfrutar. Además, la  traducción de Baldomero Porta es bastante buena, conserva ese ritmo de la oralidad.
Lee, Harper. (1985). Matar un ruiseñor, La Oveja Negra, Bogotá: Colombia