Otra novela
espectacular, que me sedujo, que me cautivo está relacionado con niños. Y es
una niña quien narra. Y tiene una manera de contar. Es como si usted estuviera
relatando una historia que se desprende de otra historia, son como recuerdos. Y
está narrando hechos de su niñez es un
pueblo de los Estados Unidos. El pueblo se llama Maycomb. Es una historia
tierna, llena de magia y no porque sucedan cosas mágicas, es por la manera como
se cuenta y porque son historias que llegan al alma, llenan de satisfacción
nuestra vida porque transmiten esperanza, solidaridad. Allí se encuentran problemas de los niños excluidos,
el racismo porque tiene que ver con los
negros, o sea la raza negra u hombres de
color u afroamericanos como se debe decir ahora. Y ante que se me olvide la
novela de llama “Matar un ruiseñor” y fue esta novela que inmortalizó a Harpper
Lee. Esa su grandeza.
Ah sí, quien narra es
una niña: Scout. Ella nos habla de la ternura de su padre Atticus, de su
comprensión, hermano Jem y de Maycomb. Y
otra cosa, el papá de Scout es abogado y
representa en los juzgado a los negros. Bueno, siempre son condenados y por ser
negros su único delito. Ahí se aprecia el cinismo y la hipocresía como el
machismo, el incesto en la sociedad norteamericana.
Resalto con emoción la
alegría que despierta la novela, la genialidad con que la narra Harpper Lee. Es
que se lee con entusiasmo los acontecimientos en la escuela, en la casa en los
caminos, las diferencia, más bien los altercados con su hermano Jem y al mismo
tiempo el aprecio que se demuestran. Ah y la tía Alexandra como algunas tías,
comprensiva. Y se me olvidaba decirles que Scout quedó huérfana, su madre murió
cuando Scout tenía dos años. Al final
uno descubre quienes mandan en Maycomb, desde el punto de vista de las
tradiciones y las leyes no se aplican como deberían ser. Y no digo más. Es
mejor que se enfrenten, se metan en esa novela. Ya verán que les va a gustar o
mejor dicho la van a disfrutar. Además, la
traducción de Baldomero Porta es bastante buena, conserva ese ritmo de
la oralidad.
Lee, Harper. (1985).
Matar un ruiseñor, La Oveja Negra, Bogotá: Colombia
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