Tertulia a la escuela
Palmarito, es un corregimiento de Pitalito, que sorprende
y agrada a la vista, por el gris azulado que da la lejanía y el verde explosivo
de su paisaje de praderas y montañas. El diminutivo de su nombre encierra toda esa grandeza de color y vida,
que lo exalta, dejando herida la pequeñez.
La rectora, Olga de Toro y profesores, complacidos por nuestra visita, nos recibieron con una aromática taza de café caliente que animó
el ambiente de ya propicio para el desarrollo de nuestra actividad cultural.
Nos ubicamos en el
comedor por ser el espacio más amplio y adecuado para el desarrollo de la
tertulia. Una vez instalados en las mesas, los libros de la mochila viajera que siempre nos acompaña, el espacio se fue llenando de niños y profesores.
Se abrió la sesión y
los pequeños con voces fuertes, saludaron en coro. Sin más preámbulos, en la
pantalla apareció la imagen y letra de
la Ratoncita presumida, poesía de
Aquiles Nazoa. Entre risas pícaras y entusiasmo, los niños la iban cantando a ritmo de
rap.
Los niños escuchando la lectura en voz alta |
Teodora (cuento de
Triunfo Arciniegas), provocó carcajadas en los pequeños cuando intentaban
predecir su contenido.
Después de orientar las tres actividades anteriores,
cedí la palabra a otro integrante de la tertulia para que continuara con la
promoción de la lectura.
Y siguieron las risas
espontáneas de los niños mientras, en una fotocopia
seguían la lectura, y repetían las frases o palabras, subrayadas con
anterioridad en el cuento "Beatriz, la polución" de Mario Benedetti que, con una
entonación viva, Edith leía en voz alta.
Astrid, muy
animada, les hecho el cuento de la
biblioteca, sus servicios y bondades, su horario, ubicación y se mezcló con los chiquillos para acompañarlos
en sus participaciones.
Hernán, contagiado
con la alegría de los niños, caminaba de puesto en puesto para entregarles la fotocopia del cuento de Benedetti que llevamos para regalarles. Mientras tanto, Esperanza
con su cámara digital registraba momentos
valiosos para dejar historia del evento.
A cada actividad que
pasaba seguía la reflexión. El tiempo se diluyó muy rápido, y terminó la
jornada porque el comedor debía
prepararse para dar paso al almuerzo. Les quedamos debiendo la película de
Chaplin, El Chico, que los entristeció un poco porque la expectativa los tenía muy interesados. Para contrarrestar
su desconsuelo, le dejamos la película para que la proyectaran en las horas de
la tarde.
A la rectora y profesores les obsequiamos el último número de
la revista de poesía y literatura Puesto de Combate, y la revista Cuatro Tablas a una estudiante.
La rectora y profesores apreciando los libros de la Mochila viajera |
A las 11 de la mañana
regresamos al pueblo con la satisfacción de haber compartido y trabajado en pos de la promoción de la lectura y desde luego, la biblioteca.
Edith Vargas Muñoz
Nancy Pascuas
Coordinadora de la tertulia
Literaria “La Embarrada”
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