Presentación del libro de Isaías Peña Gutierrez "La puerta y la historia" el día martes 13 de octubre de 2015 en el Centro Cultural Héctor Polanía Sánchez en Pitalito - Huila.
Comencé
a oír hablar de Isaías en la Universidad Surcolombiana: Allí se nombraban dos de
sus libros: “La generación del bloqueo y del estado de sitio” (1973) y “La
narrativa del Frente Nacional” (1982). En ellos presentaban a algunos
escritores del Huila y otros del ámbito nacional. Pero no pasó de ser un
personaje que nombraba mi maestro de Literatura Hispanoamericana Luis Ernesto
Lasso A. En la primera década de este siglo lo vi en persona aquí en Pitalito.
Luego se volvieron frecuente los encuentros, sobre todo desde El Primer Taller
de Escritores realizado aquí en Pitalito con motivo de un aniversario más de la
Emisora Radio Sur. Y podemos decir que allí nació la Tertulia Literaria La
Embarrada.
Los
libros encierran la magia de la creación, del misterio. Leer puede ser una pasión
desbordante y uno lee por esa pasión, por ese misterio que tiene cada libro,
porque desea saber que encierra cada libro. Y muchas veces quiero leer todos
los libros que deseo leer y no alcanzo. Muchas veces nos gusta un libro porque
el autor dice aquello que deseamos saber, conocer. El autor escribe aquello que
a mi gusta y lo escribe con un estilo que a uno como lector lo asombra. Como me
sucede con León Felipe, Federico García Lorca, Manuel Scorza entre otros.
Desde
ahí voy a comentar “La puerta y la Historia”, de Isaías Peña Gutiérrez. Aquí,
muchos nos sentimos atrapados por los libros, por el conocimiento. Quién no
habrá saboreado la prosa de Julio Cortázar, de Sándor Márai en “El último
encuentro”, de Juan Rulfo, muchos se han sentido transportado al mundo de “La
tejedora de coronas” de Germán Espinosa. O los libros sobre cine de Omar Ardila
Murcia, o los cuentos de Leonel Ramírez Cerquera. O la filosofía de Michel
Foucault.
Así
me pasa con “La puerta y la historia”. Libro que nos muestra una propuesta interesante,
más bien literaria. Inicia con el cuento “La puerta” y de ahí uno de los méritos
para dialogar con el libro y con cada uno de los textos propuestos por Isaías para continuar el viaje
a través de cada escritor. Es una idea que sugiere inmortalidad a través del
aporte que se entrega a la humanidad. Ahí están Pedro Gómez Valderrama, Luis
Vidales, Jorge Eliecer Pardo a quien no hemos leído y que nos anima a su
lectura.
El
texto que está dedicado a Juan Carlos Onetti es una propuesta agradable para
presentar un autor desde sus propias manifestaciones e ideas. Son las preguntas
de otros. Es una conversación entre quienes admiran el trabajo de Onetti y
quien comparte sus ideas con los lectores del trabajo de Isaías Peña Gutiérrez.
Por
supuesto, encontramos otros trabajos que resaltan, más bien enaltecen, valoran
el trabajo cultural, creativo. Rescatar y pregonar el pensamiento de nuestros
escritores, pintores, compositores, científicos. Aquí recuerdo con fervor a
Filomeno Hernández, lo mismo que a Benhur Sánchez Suárez. Ellos, con sus aportes
amplían los horizontes de la creación, de la ciencia.
Este
trabajo es el resultado de una serie de artículos publicados en la década de los
80 del siglo pasado en diferentes medios de comunicación, son el resplandor de
investigaciones como los textos relacionado con José Eustasio Rivera. Son como
las pericias, la odisea para buscar un camino y alcanzarlo y luego mostrar sus propuestas pero
la vida no le alcanzó. O mejor, la historia queda para descubrir su incansable
búsqueda y que encontramos es este libro para tener otras ideas del vate
nuestro.
Un
trabajo donde se siente el entusiasmo, el fervor por el trabajo, el cuidado en
cada palabra, en la síntesis, en el método, un lenguaje para conocer, para
trasegar por cada idea, para acercarse a cada escritor y tomar este libro
página por página para leerlo entre líneas como nos decía el maestro Antonio
Iriarte Cadena (QEPD) refiriéndose a
Cervantes.
De
ahí aparecen otras notas para llevarnos al camino que trazó Gustavo Andrade
Rivera y que hoy estamos en deuda por conocer su pensamiento, lo mismo que ha
sucedido con otros artistas nuestros como Benhur Sánchez Suárez. Y, es sabroso
conversar con alguien que confiesa la literatura. Es agradable como un sol después
de la lluvia cuando se conversa con Ferney Murcia o cuando se conversa con un
libro “En alguna ciudad del mundo” y descubrimos el otro que soy yo leyendo,
disfrutando las palabras de un autor. De modo que uno encuentra “La puerta y la
historia” para conversar con ese pasado que siempre es presente. Ahí aparece
Isaías Peña Gutiérrez para mostrar un camino que el mismo ha trazado y que
comparte con esta invitación para conocer sus ideales literarios. Nos invita a
conocer otros autores y facetas de la literatura hispanoamericana, colombiana,
huilense y de otras partes como el texto dedicado a Luis Cernuda.
Esto
me recuerda ese hermoso libro de Alberto Manguel “Una historia de la lectura”.
El libro de Isaías me recuerda esas palabras cargadas de sabiduría que
escuchaba de niño en boca de mis primos y de los compañeros de escuela. Esas
palabras añejas como los adagios y refranes o las mismas adivinanzas. De tal
manera que el trabajo que nos entrega el maestro Isaías consiste en un libro
para compartir a través del diálogo, de una búsqueda permanente con otros,
sedientos de conocimiento, de estudio y cultura. Un libro para recorrer y para acercarnos
a las improntas del pasado. Un libro que para compartir, para conocer autores y
artistas; también para discutir ideas alrededor de un buen tinto que da sabor y
aroma a las palabras, a las emociones que despierta la lectura de “La puerta y
la Historia”.
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