Hay escritores
impresionantes. Y los son porque cautivan con sus narraciones, poseen ese don
de la escritura que han moldeado durante años. Pero más que eso son escritores
con un trabajo persistente; de ensayo y error, de disciplina para entregar a
los lectores un texto acabado. Narraciones que abarcan una cosmovisión, con
personajes que alcanzan su máximo esplendor en la cima de la vida que alcanzan
en una novela o en cuento o en una obra de teatro.
Y, existe ese carisma de
los lectores, de nosotros que nos sentimos tentados a disfrutar un libro como
un manjar, como si fuera un postre. La lectura de un libro para deleitarnos
como si de gastronomía se tratara. Entonces un libro debe contener todos los ingredientes
para que el lector se emancipe, crezca y evolucione como los mismos personajes.
Pero más que eso, uno como
lector disfruta un libro porque encuentra aquello que uno busca. Encuentra un
estilo. Comparte unos conflictos que propone el texto. Se identifica con los
problemas e ideología de los personajes. Uno se agrega a la vida del texto,
sueña con el libro, se adelanta a los acontecimientos y muchas veces no sucede
aquello que uno preveía. Ahí se manifiesta la grandeza del lector y el
escritor. Tal vez esa sea una razón para considerar la lectura y la escritura
como creación. Y en esa intensidad a las novelas y cuentos se les consideran
obras literarias.
1 comentario:
Profe felicitaciones por dar su opinión acerca de los autores y uno como lector.
att: Yefri Vera
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