NELSON MANDELA, SÍMBOLO DE PAZ Y LIBERTAD
Por Santiago Villarreal Cuéllar
El pasado 18 de julio, el líder Nelson Rolihlahla Mandela cumplió 93 años. Nacido en esta fecha en Mvezo República de Sudáfrica, Mandela quedó huérfano de padres a los 9 años de edad y se graduó de abogado, profesión que muy pronto la colocó al servicio de los intereses de sus hermanos de raza, la población de color de ese país, marginada como consecuencia de la entrada en vigencia en 1948 del sistema político conocido como el Apartheid, por lo cual una minoría blanca en su mayoría descendientes de europeos, impuso mediante un nueva constitución en la que, no solo se prohibía a la mayoría negra participar en elecciones libres, sino que restringía la mescla racial y habitar en los lugares donde residían los blancos.
Mandela inicia una campaña de protesta, primero en la Campaña de desobediencia civil en 1952, posteriormente en el Congreso del Pueblo en 1955, acciones que motivaron su detención el 5 de diciembre de 1956, junto con otros 150 compañeros de lucha. El luchador legal, opta entonces por conformar un movimiento de resistencia armada, por lo que es calificado de terrorista, tanto por el gobierno oligárquico de Sudáfrica, como por la misma ONU. Finalmente fue detenido por última vez el 21 de marzo de 1960 y fue recluido en la prisión Robben Island, donde permaneció 18 de sus 29 años de prisión en condiciones muy precarias.
Nelson Mandela adquiere relevancia durante sus años de prisionero, debido a su tenacidad en la continuación de la lucha en contra del oprobioso sistema racial que continuaba marginando a la mayoría de los ciudadanos Sudafricanos y reprimiendo, mediante la tortura y constantes masacres a esta población. Con el trascurrir de los años, el movimiento contra el sistema sudafricano fue creciendo, tanto dentro del país, como en la comunidad internacional, que empezó a menoscabar el régimen racista de los blancos.
Estando recluido en un hospital de ciudad del Cabo, el líder del Partido Nacional Africano (Partido de los blancos), inició conversaciones secretas para llegar a un acuerdo con el líder de la resistencia y lograr la paz de la nación. Las conversaciones avanzaron durante cinco años y finalmente en febrero de 1990, Mandela fue puesto en libertad por el presidente Frederick Willem de Klerk.
La liberación de Mandela no solo unificó al Congreso Nacional Africano (Partido de los negros), sino que agilizó los preparativos para que de Klerk iniciara la tarea de desmontar el sistema oligárquico y convocara a elecciones libres. Finalmente, el hombre que estuvo prisionero durante 29 años, llegó a la presidencia de su nación unificada y multirracial el 27 de abril de 1994 y gobernó hasta el 14 de junio de 1999. Durante su vida en prisión y posteriormente en libertad, Nelson Mandela recibió 250 premios de paz de diferentes países y organizaciones internacionales y en 1983 recibió el Nobel de la Paz, conjuntamente con Frederick de Klerk, por haber logrado entre ambos lo que parecía imposible por décadas, conseguir la paz y la unificación de Sudáfrica.
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